En enero descubrí el Método MIR e inmediatamente empecé a usarlo para mí y para mi gato. Mi gato había tenido problemas con un ojo, el cual permanecía inflamado y sucio y tenía brotes en la nariz, al mismo lado del ojo. Él siempre se rascaba, le dolía y le molestaba, pero el veterinario nunca supo de qué se trataba.
Empecé a hacer el Método MIR y cada vez que le decía, “ven, vamos a hacer el MIR”, él venía, se acostaba frente a mí, se dejaba acariciar mientras pronunciaba las 9 frases, dos veces cada una, y luego se marchaba.
Después de cuatro semanas, está casi completamente sano. La nariz y el ojo están normales y el pelo le está creciendo de nuevo. Impresionante, no!
En ese momento mi gato también tenía problemas defecando, le dolía. Esto también está bien ahora.
Ahora, medio año después, tiene de nuevo problemas con sus heces, así que le pregunté su quería más MIR. Desde hace 4 días viene a mí cada vez que lo llamo y espera pacientemente a que le haga los 9 pasos del Método MIR. Ya me parece que está mejorando. Supongo que me hará saber cuando sea suficiente…